30.5.07

Trece años sin Kurt Cobain


28.5.07

Volver a NYC

Hay algo que de vez en cuando me viene a la mente. Algo que sobrevive a todos los lugares que visito. Algo que no sólo me sirve para recordar un momento exacto. Algo que tiene unos límites precisos, y sin embargo vuelven a mí como un espacio inabarcable. Algo que me sitúa, que me hace vivir en un otoño perpetuo, aunque aconteciera en un verano tardío. Algo que fue agua y camino y al mismo tiempo asfalto y bloques, tan altos que no cuesta verlos en la distancia. Algo a lo que aferrarme cuando vuelvo a plantearme hasta dónde alcanzan las cosas que hemos vivido, su significado. Algo que estará allí para siempre, porque estuvo allí antes de haberlo conocido. Algo que consiste en atravesar una isla, pasar un puente y mirar hacia el hogar, dondequiera que eso quede, como Bishop. Sólo un paseo por Central Park y una avenida, que acabe en uno de esos edificios del Village. Y un avión que me sobrevuele y que no sea el mío.

25.5.07

Grazie mile

Ayer volví de Italia, de la excursión de fin de curso que nos llevó durante una semana por las principales ciudades del norte. Entre ellas, claro, Florencia y Verona. Da gusto conocer lugares que forman parte de ti de una manera tan asombrosa. Saber que la imagen que guardan configuran un espejo donde mirarte, antes incluso de haber ido. Tanto que a veces considero una tautología pronunciar mi nombre y el de Italia. Hablamos de lo mismo y en los mismos términos. Nos entendemos. Con todo, sé que no pienso sólo en el norte de Italia, sino en Europa. Quizá porque cada día creo más en el continente al que pertenezco, en el que nací, sabiendo que no quiero o no puedo abandonarlo.
Sobre lo que es una excursión de fin de curso..., muchos de los que leen las noticias de Elca ya saben de lo que hablo. Encontrarme ahora en la otra barrera, entre los que acompañan, ha sido extraño. Sabía por mi padre, curtido en estos viajes, lo que daban de sí. A mí al menos me ha servido para cumplir una vieja cuenta pendiente. Fui a Tenerife de fin de curso, cuando estudiaba en Plasencia, y recuerdo que fue un viaje duro. Quien tenía que haber estado a mi lado no estuvo. Por eso ahora, diez años más tarde, tengo la sensación de que me fui como profesor y he vuelto como alumno.

18.5.07

Me gustaría decirles, primero a los "unos": cuanto más os impregnéis de la cultura del país de acogida, tanto más podréis impregnarlo de la vuestra; y después a los "otros": cuanto más perciba un inmigrado que se respeta su cultura de origen, más se abrirá a la cultura del país de acogida.

Amin Maalouf

14.5.07

Decálogo

Decálogo de Vicenç Pagès adaptado a la literatura juvenil, dondequiera que esté:

1. Es preferible no leer cualquier cosa.
2. Es preferible no elegir los libros por su mensaje.
3. Es preferible no obligar a leer copias deslucidas de originales deslumbrantes.
4. Es preferible no leer cualquier traducción.
5. Es preferible no obligar a realizar trabajos.
6. Es preferible no abusar del contexto.
7. Es preferible no imponer interpretaciones.
8. Es preferible no repetir lecturas.
9. Es preferible no dejar al lector solo ante el libro.
10. Es preferible no fiarse de las campañas publicitarias

9.5.07

Sobre la oralidad

Conocí a Josep Pedrals en Morille, cuando todavía era un encuentro de poetas en un entorno rural. Cuando nos servía para conocer a otros escritores y pasar con ellos una estupenda velada, en mitad (textualmente) de ninguna parte, aunque se trate de un pueblo que está a escasa distancia de Salamanca. De entre las cosas buenas que me traje, que fueron muchas, una de ellas fue trabar amistad con este poeta catalán. Su inquietud es contagiosa, así que no es difícil comenzar a idear proyectos. Entre ellos, hoy, comiendo, hemos empezado a configurar una programación poética titulada "poetas d´anada i tornada", o lo que es lo mismo: "poetas de ida y vuelta". La idea es que nos visiten una serie de poetas de otras partes de la península, y sirva para que el público barcelonés conozca por tandas a autores extremeños, andaluces, cántabros, gallegos, castellanoleoneses o madrileños. El lugar, l´Horiginal, un local delicioso donde poder ejercer este extraño no-oficio de la lectura poética. La intención, no obstante, es que el contacto sea bidireccional, es decir, que estos autores catalanes también lleguen a públicos diferentes, y no estrictamente al lector catalanohablante.
Sin embargo, el objetivo no es sólo conocer la literatura que se lleva a cabo en otro lugar, sino la diferencia que tenemos a la hora de leer nuestros propios poemas. Me lo decía Pedrals hoy: una cosa es la lectura y otra el recital. Catalunya tiene una tradición de recitales poéticos envidiable, tanto que hay gente que logra hacer de ellos su medio de vida. Su manera de recitar se encuadra dentro de la antigua tradición juglaresca, como si el espíritu trovadoresco gozara aún de cierta vitalidad. En esto se asemejan a la literatura provenzal. De ahí que sus recitales sean más teatrales: se levantan, cantan (algunos), se mueven por la sala, bromean, improvisan (pronto comenzará un campeonato de poesía improvisada, al más puro estilo de los versolari vascos). Por eso, el recital es diferente al concepto de lectura. Yo vengo de algo distinto, como la mayoría de autores que he conocido en Extremadura, en Andalucía, en Castilla(s) o en Cantabria. Una lectura más sobria, más austera, y quizás por ello más íntima. Nos vale con sentarnos en una silla, frente al libro, y comenzar a leer ajustando la voz al silencio, como si nuestra palabra fuera por un cauce distinto.
Dos maneras de leer y dos maneras de hacer llegar la literatura. Ahora sólo falta que intentemos conocer todos los lugares que ocupa la poesía. Y descubrir, al fin, que lo que importa no tiene un lugar preciso.

Más Edita

Lo ha escrito David Vegue en su blog, y lo ha hecho sabiendo que el recuerdo es un arma cargada de futuro.

6.5.07

Gabriel Ramos, allí

Hace un par de años visité la casa de Gabriel Ramos, el artista experimental afincado en un pueblo de Granada, donde viven otros amigos del grupo Imanes permanentes. Como la casa está a un kilómetro del pueblo, la paz es absoluta, rodeada de un huerto y cruzada por un jardín delicioso. Era un placer, ya digo, ir a visitarle. Sobre todo cuando la visita terminaba en su taller, una habitación enorme, con lienzos, poemas-objeto, estanterías repletas y madera esparcida por el suelo. Me enseñó un libro inédito, un pequeño homenaje a su ciudad natal, Ávila. Guardo su recuerdo en un poema que le dediqué, A oscuras. Hace un par de meses me comentó que había sido expuesto en el Artium de Vitoria, con el poema a un lado. Una noticia estupenda. Todavía recuerdo la escritura del poema y las razones que me indujeron a escribirlo: la de un hombre que siempre está en otra parte, y sin embargo sobrevive, a pesar de que su ciudad quede muy lejos, a pesar de que la ciudad que habita no es la suya. Como el verso aquel de Gamoneda. Y entre tanto va cada día a la Escuela de Artes y Oficios de Granada, da sus clases, expone de tanto en tanto (una de las últimas llegó a Estados Unidos), y regresa a su taller, lugar donde siempre está censado. Como si el arte fuera el único refugio, y la experiencia creativa, el único lugar al que regresan todos aquellos que no vienen de ninguna parte.

4.5.07

Edita 2007

Efectivamente: hay gente a la que sólo ves una vez al año. En mi caso, el Encuentro de editores independientes, en Punta Umbría, es el lugar que elijo desde hace unos años para pasar el puente de mayo y ver a personas que no ubicaría fuera del ambiente preveraniego de la ciudad sureña. Gente con la que no charlaré en un otoño caluroso, o en un invierno a destiempo. Y sin embargo volveré a ella después de que el año haya cumplido su ciclo de mayo a mayo. Hablo de amigos con lugar y fecha, extraños compañeros que regresarán con nuevas propuestas dentro de doce meses. Los días sucesivos siempre los paso con la energía renovada de quien se cree aún a tiempo, porque conoce o sigue conociendo a las personas que no han desistido en su empeño de hacer lo que les gusta. Sigo allí, claro.